Entrena a partir de los 40!
¡No es una opción!
¡Los 70 son los nuevos 60!
A medida que envejecemos, especialmente a partir de los 40 años, nuestro cuerpo experimenta cambios significativos que pueden afectar nuestra salud y bienestar. Uno de estos cambios es la disminución de la masa muscular y la fuerza, lo que puede hacer que las actividades cotidianas sean más desafiantes.
Incorporar el entrenamiento funcional de fuerza en nuestra rutina de ejercicio es una excelente forma de contrarrestar estos efectos, y los beneficios se vuelven aún más relevantes en mujeres cuando se llega a la menopausia.
¿Qué es el entrenamiento funcional de fuerza?
El entrenamiento funcional de fuerza se centra en ejercicios que imitan los movimientos naturales que realizamos en la vida diaria. A diferencia de los entrenamientos convencionales, que suelen aislar grupos musculares específicos, el entrenamiento funcional busca mejorar la fuerza, estabilidad y amplitud de todo el cuerpo a través de movimientos compuestos que involucran varios músculos y articulaciones al mismo tiempo.
Beneficios del entrenamiento funcional de fuerza a partir de los 40 años
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Prevención de la pérdida muscular
A partir de los 40 años, nuestro cuerpo comienza a perder masa muscular de forma gradual, un fenómeno conocido como sarcopenia. El entrenamiento funcional de fuerza ayuda a mantener o incluso aumentar la masa muscular, lo que es crucial para mantener la autonomía y la capacidad de realizar actividades cotidianas sin dificultad. -
Mejora de la movilidad y flexibilidad
Con la edad, la rigidez y la falta de flexibilidad en las articulaciones pueden hacer que los movimientos sean menos fluidos y más dolorosos. El entrenamiento funcional de fuerza, al trabajar con movimientos amplios y naturales, mejora la movilidad articular y la flexibilidad, ayudando a reducir el riesgo de lesiones. -
Mejora de la postura y el equilibrio
La pérdida de masa muscular y el debilitamiento de los músculos estabilizadores pueden afectar la postura y el equilibrio. Al centrarse en ejercicios que trabajan los músculos centrales y estabilizadores, el entrenamiento funcional ayuda a mejorar la postura, reduciendo el riesgo de caídas, algo crucial a medida que envejecemos.
Beneficios específicos adicionales durante la menopausia
La menopausia es una etapa crucial para las mujeres, marcada por cambios hormonales que pueden tener efectos directos sobre el cuerpo, especialmente en términos de masa ósea y masa muscular. Aquí, el entrenamiento de fuerza se convierte en una herramienta indispensable.
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Aumento de la densidad ósea
Durante la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede llevar a una mayor pérdida de densidad ósea y aumentar el riesgo de osteoporosis. El entrenamiento de fuerza es una de las mejores maneras de combatir este efecto, ya que estimula la formación de hueso nuevo y mejora la salud ósea al aplicar una carga controlada sobre los huesos, lo que favorece su fortalecimiento. -
Control de peso y metabolismo
La menopausia también puede traer consigo un aumento de peso debido a los cambios hormonales. El entrenamiento funcional de fuerza ayuda a mantener un metabolismo activo, incrementando la masa muscular y mejorando la quema de calorías, lo cual facilita el control del peso. -
Mejora del bienestar emocional
La menopausia no solo afecta el cuerpo, sino también el estado emocional. Los cambios hormonales pueden provocar alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad y estrés. El ejercicio regular, especialmente el entrenamiento funcional de fuerza, estimula la liberación de endorfinas, conocidas como las "hormonas de la felicidad", mejorando el bienestar emocional y reduciendo los síntomas de ansiedad y depresión.
Al integrar ejercicios funcionales en tu rutina, puedes sentirte más fuerte, ágil y con una mayor energía para afrontar los desafíos de la vida diaria.
Tenemos un grupo nuevo de Fuerza y funcional específico, los viernes de 10:30 a 11:30. En el resto de grupos también podrás adaptar tu entrenamiento a tus necesidades.